Reseña: ‘Els Encantats’, lamento humano con encanto
Duración: 108 minutos
Fecha de estreno: 2023
Sinopsis: Tras su reciente separación, Irene se enfrenta por primera vez a la ausencia de su hija de cuatro años, que está pasando unos días con su padre. Incapaz de adaptarse a esta nueva realidad, decide viajar a un pequeño pueblo del pirineo catalán donde tiene una casa, buscando recuperar la seguridad y la calma que siente que hace tiempo ha perdido. Pero el lugar, que en el pasado fue tan familiar, se presenta poco a poco tan abrumador como su nueva vida y la acabará forzando a dejar de huir para enfrentarse a sus miedos.
Hay momentos en la vida en los que uno prefiere callar y soportar todo lo que tiene dentro porque no sabe afrontar su realidad. Así es como se siente, precisamente, la nueva película de Elena Trapé, galardonada por su anterior trabajo Las distancias (2018). Sus más de cien minutos de historia son una completa contención de la respiración, pero que se ven siempre amenazados por el deseo de romperlo todo, por esas irremediables ganas de desahogo que nunca son fáciles de saciar. En Els Encantats, tampoco.
El filme sigue los pasos de Irene, interpretada por Laia Costa, tras tener que dejar a su hija un tiempo con su padre. Enseguida descubre que los días sin ella se le hacen muy complicados y que va a echar de menos cada instante que pase alejada de su hija. Por ello, y para tratar de evadirse, la joven decide viajar hacia un pequeño pueblo alejado de la zona urbana, lugar donde vivió durante su infancia y en el que cree que podrá encontrar la calma que necesita. Allí intenta entenderse mejor a sí misma en tanto que los recuerdos del pasado se tornan más presentes.
Nadie dijo que la vida fuera una experiencia sencilla, y Trapé la representa de una forma delicadísima en Els Encantats. Lo hace así porque es la única manera de que la audiencia logre atisbar, con éxito, la belleza que también reside en ella. A diferencia de lo sencilla que pueda parecer la trama, cada escena está exquisitamente bien colocada y planificada, como si consistiera en un puzle cuya pieza hubiera que ir colocando en el momento indicado. No, no hay giros sorprendentes ni personajes que prometan hacer saltar todo por los aires, pero es que para narrar lo cotidiano hay que prescindir de ello y Trapé entiende el reto a la perfección. Si lo supera quedará en manos de cada espectador, aunque quizá unos minutos menos le habrían garantizado hacerlo con un rotundo sobresaliente. Aun así, la historia atrapa con creces.
En cuanto a Laia Costa, esta película la consolida —de nuevo— como una de las mayores actrices de nuestro país. Su actuación es impecable de principio a fin, absorbiendo toda la atención y otorgándole al filme todo el interés del que podía carecer su argumento. Las expresiones, los gestos, las miradas… Costa domina la situación y se echa a la espalda una trama que se va cociendo a fuego lento. Su última intervención, donde la actriz se juega todo su papel y la directora toda su cinta, es más que suficiente para augurarle varios triunfos en la próxima temporada de premios. Qué escena tan brillante que refleja la época dorada que vive nuestro cine español.
Bajo una preciosa fotografía de los Pirineos catalanes de la mano de Pau Castejón y la música atrayente de Anna Andreu, la aclamada Elena Trapé da el golpe sobre la mesa con un magnífico segundo largometraje. El drama se arropa en el desamparo y la tristeza, pero descansa en las pinceladas cómicas del guion. El resultado, Els Encantats, es tan humano que no se puede hacer otra cosa más que aplaudirlo.
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ResponderEliminar‘Els Encantats’ es una obra que mezcla el lamento humano con un encanto poético. La narrativa envolvente y los personajes profundos crean una experiencia literaria conmovedora, que resuena con la esencia de la condición humana.