Reseña: ‘Bajo la puerta de los susurros’, una carta a la esperanza



Título: Bajo la puerta de los susurros
Título original: Under the Whispering Door
Autor: TJ Klune
Traductor: Carlos Abreu Fetter
Editorial: Crossbooks
Páginas: 544
Fecha de publicación: mayo, 2023
Sinopsis: Cuando Wallace Price se ve asistiendo a su propio funeral, descubre que está muerto. Pero Wallace no está preparado para abandonar este mundo que apenas ha sabido disfrutar en vida. De modo que, cuando le dan una semana para dar el salto al Más Allá, decide vivir plenamente esos escasos siete días que le quedan. Comenzará entonces un extraordinario viaje en el que, con la ayuda de Hugo, quien regenta una pintoresca tetería escondida entre las montañas de un pequeño pueblo y es, además, el barquero que ayuda a las almas a cruzar «al otro lado», aprenderá a disfrutar la belleza de los detalles y podrá compensar todo aquello que se perdió.

Hay lugares en los que se le planta cara a la muerte con una fiesta. Nada de un funeral con colores lúgubres y sensación de tristeza; en esos sitios, el funeral se convierte en una celebración de la vida. Por supuesto, es difícil imaginar eso en nuestra cultura, pero el luto no siempre ha consistido en tristeza y silencio. A veces también es necesario mirar las cosas desde distintas perspectivas, aprender a ver lo que nos rodea con otros ojos. Y eso es lo que TJ Klune nos invita a hacer en Bajo la puerta de los susurros

La premisa que el autor nos presenta en esta novela es la de cómo decidiríamos pasar nuestras últimas horas si supiéramos cuándo vamos a desaparecer de este mundo. Y es importante resaltar el hecho de desaparecer porque, por raro que parezca, nuestro protagonista ya está muerto. Durante su vida, Wallace Price fue un hombre testarudo que solo pensaba en el trabajo y dejaba de lado placeres como la familia o la amistad. Pero, de pronto, un ataque en el corazón hace que fallezca en la oficina y todo acabe para siempre. O, mejor dicho, casi para siempre. Cuando descubre que, una vez muerto, existe un proceso de transición en el que puede reflexionar sobre su pasado y cambiar la forma en que entendía la realidad, Wallace tendrá que decidir si abandonar todo lo que conocía hasta el momento o darse la oportunidad de empezar de nuevo.

La obra recuerda, en efecto, a lo que nos propone Adam Silvera en la interesantísima Al final mueren los dos, donde dos chicos que saben cuándo van a morir, pero no la forma en que lo harán, pasan su último día de vida juntos. Si bien la historia de Silvera sucede en veinticuatro horas, TJ Klune opta por dejar descansar la trama haciendo que abarque varias semanas. De esta forma, Bajo la puerta de los susurros consigue mostrar con mayor eficacia cómo son los personajes, dándoles su tiempo y también su merecida evolución. Sin embargo, cae en el error de quedarse estancada y no tomar riesgos. La novela consiste más en un recorrido que en un destino, por lo que realmente se trata de disfrutar de los personajes en lugar de esperar que sucedan giros argumentales para amenizarla. Quizás de ahí la advertencia del autor en la primera página: “Se recomienda leer con cautela”. Pese a ello, la historia, de quinientas páginas, podría haber sido reducida hasta las trescientas y se habría hasta agradecido.

Aunque el libro no logre estar a la altura en cuanto a trama, la riqueza de la misma se sustenta en los diálogos. Klune tiene una capacidad exquisita para crear conversaciones y, haciendo alarde de su versatilidad, él solo sabe orientar el ambiente de las mismas. No es fácil que una obra sobre la pérdida y el duelo tenga también sus momentos de comicidad, pero el autor hace esto posible sin que parezca inapropiado. De hecho, es en esas partes divertidas donde reside gran parte de su fortaleza: el primer capítulo es simplemente magistral. Si un escritor novel necesita aprender cómo captar la atención del lector desde la primera página, Bajo la puerta de los susurros debería ser su novela de referencia.

Hay muchas historias que tratan el dolor y el miedo hacia la muerte, pero hasta ahora no me había topado con ninguna que lo hiciera desde una posición tan positiva. Aunque cierto sea que en ocasiones busque sorprender sin éxito, sus reflexiones son suficientes para que su mera lectura haya merecido la pena. Tómate el libro como una bella carta de Klune a la esperanza en un mundo donde es difícil encontrarla. En los tiempos que corren, mejor apreciarla.

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