Reseña: ‘Intermezzo’, la nueva obra maestra de Sally Rooney
Título: Intermezzo
Autora: Sally Rooney
Traductora: Inga Pellisa Díaz
Editorial: Random House
Páginas: 416
Fecha de publicación: septiembre, 2024
Sinopsis: A pesar de ser hermanos, Peter e Ivan Koubek tienen poco en común.Peter, de treinta y pocos, es un carismático y renombrado abogado en Dublín de apariencia inquebrantable. Tras la muerte de su padre, lucha por mantener bajo control su caótica vida personal. Se medica para poder dormir y manejar la relación sentimental que mantiene con dos mujeres muy diferentes: su eterno primer amor, Sylvia, y Naomi, una estudiante universitaria que no se toma la vida muy enserio.Ivan, de veintidós años, es un ajedrecista de carácter reservado, rígido en su actitud y aparentemente poco empático, que se ve a sí mismo como la antítesis de su hermano mayor, al que considera superficial y hablador. Pocos días después del funeral, Ivan conocerá a Margaret, una mujer catorce años mayor, y sus vidas se entrelazarán rápida e intensamente.Intermezzo es un nuevo interludio para dos hermanos afligidos y las personas que aman, un tiempo cargado de deseo y desesperación, pero también de posibilidades. Una oportunidad para descubrir cuánto puede contener una vida sin romperse.
Cuando Sally Rooney anunció su cuarta novela a principios de año, muchos fueron los lectores que se apresuraron a celebrar un “septiembre de chicas tristes” por el lanzamiento de Intermezzo. “No creo que mis libros sean tan tristes, ¿verdad?”, se preguntaba la autora en su última entrevista para The Guardian. “Considero que mis libros son bastante optimistas sobre la condición humana y sobre las relaciones”. Y, en efecto, Rooney no se equivoca: su literatura es extremadamente esperanzadora. Pero lo es en el sentido de que, como lectores, nos sigue haciendo creer que todavía es posible encontrar historias tan conmovedoras, inteligentes, empáticas y, aceptémoslo, tan tristes como la que nos presenta en Intermezzo. Su literatura es un milagro.
Intermezzo es una novela maravillosamente escrita sobre la soledad, el duelo y la superación de adversidades. Cualquiera podría pensar que ya no queda nada nuevo que decir de estos temas tan universales, que han servido como inspiración en el mundo del arte durante toda su existencia. Y posiblemente esté en lo cierto. Sin embargo, la delicadísima visión de Sally Rooney hace que un viaje que tantas veces se ha explorado lata con la intensidad de quien lo recorre por primera vez. Pocas personas leen tan bien al ser humano como la autora irlandesa ha demostrado hacerlo desde su debut en 2017, y su mágica habilidad para plasmarlo sobre el papel la ha llevado a alcanzar niveles cada vez más altos con cada reciente trabajo. Y es que, después de su blockbuster Gente normal en 2018 y su exquisita Dónde estás, mundo bello en 2021, la publicación de la extraordinaria Intermezzo por fin consolida a Rooney como la mejor escritora de su generación.
La mejor novela de la autora hasta la fecha es protagonizada por Peter e Ivan, dos hermanos de 32 y 22 años respectivamente que acaban de perder a su padre. Mientras que Peter es un abogado de éxito en Dublín que siempre ha sentido pasión por los debates y las causas sociales, Ivan es bastante más tímido y friki, con grandes dotes para el ajedrez. Ambos recelan el uno del otro y su relación se ha visto mermada con el paso del tiempo, quedando ya atrás la época en la que eran mucho más cercanos. No obstante, el resentimiento mutuo, sumado al luto por la pérdida de su padre (cuyo nombre no llegamos a conocer en toda la novela), los empuja a batallar unas guerras que cambian constantemente la percepción de lo que les rodea y de ellos mismos.
La obra indaga en la masculinidad a través de sus personajes principales, que se ven también involucrados en la vida de varias mujeres. Por un lado está Margaret, de 36 años y directora de un centro de arte, que conoce a Ivan en un torneo de ajedrez y, desde entonces, ambos comienzan a desarrollar una conexión; sin embargo, la diferencia de edad los hace esconderse ante los demás y reflexionar en torno a las repercusiones sociales que puede desencadenar su relación tanto si se descubriese como a largo plazo. Peter, en cambio, gira alrededor de Sylvia y Naomi: la primera, su novia de toda la vida, lo dejó cuando ella sufrió un accidente automovilístico porque no quería que él la cuidara, por lo que ahora son solo amigos; la segunda, una estudiante de 23 años casi sin hogar y sin dinero, es su actual amante, aunque no parece importarle demasiado. El amor atrapa a los hermanos, que exploran las consecuencias de enamorarse, desenamorarse y de no haber dejado nunca de sentir por el otro.
Rooney hace de lo desolador algo resplandeciente. Su maestría para tratar las relaciones entre personas no solo la convierten en una de las plumas más importantes de los últimos tiempos, sino que también dota su narrativa de una honestidad muy difícil de hallar en cualquier otro lugar. Intermezzo es una novela oscura, muy oscura, pero irradia tanta verdad que deja constantemente la sensación de que hay una luz al final del túnel, incluso si durante la lectura no sepamos con certeza si llegaremos a atravesar ese túnel al completo. Pero ¿acaso no es así como funciona la vida? ¿Acaso no consiste en seguir adelante en un mundo de sombras y abrazar cualquier destello de esperanza por ínfimo que sea? La obra captura a la perfección ese vaivén emocional, reluciendo más y más conforme mayor es el tiempo que acompañamos a los personajes. Mientras sus compañeros tratan de decorar la realidad, Rooney se propone retratarla tal cual es. La hazaña es de una altura estratosférica.
En Intermezzo, los diálogos y los pensamientos se cruzan entre sí, permitiéndonos alcanzar el corazón de los personajes pese a que ello suponga ignorar el sistema convencional de ortografía. En la literatura de la autora, y como sucede en la vida en general, lo que no se dice es tan importante como lo que se dice, y lo cierto es que, a menudo, lo que no se dice predomina sobre lo que sí. Es por eso que consigue brillar en sus silencios, cuando no hay nada que decir y, a la vez, ese silencio ya lo está diciendo todo. “Había creído en tiempos que la vida debía conducir a algo, que todos los conflictos y preguntas sin resolver iban conduciendo a una gran culminación”, se lee en un pasaje de la obra. “Creencias curiosamente infraanalizadas como esa, ahí cimentando su vida, su personalidad”. Puede que Intermezzo tampoco de con las respuestas que uno busca, pero, referenciando una de las frases que más se repiten a lo largo de la historia, sitúa a Sally Rooney y al lector en el “mismo bando”. Quizás esa sea la clave de su belleza.
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