Reseña: ‘Máquinas mortales’, un mundo de ciudades sobre ruedas

Título: Máquinas mortales (Máquinas mortales, #1).

Autor: Philip Reeve.

Editorial: Alfaguara.

Páginas: 368.

Fecha de publicación: septiembre, 2018.

Precio: 17,00 €. Comprar libro / Añadirlo en Goodreads

Sinopsis: Londres es una ciudad sobre ruedas: una ciudad como nunca habías visto. Tras la terrible Guerra de los Sesenta Minutos, las ciudades que sobrevivieron al apocalipsis se convirtieron en depredadoras, persiguiendo a ciudades menores y alimentándose de ellas.
Londres es una de ellas y se encuentra a la caza de una pequeña urbe, cuando Tom se topa con una joven asesina. Ambos acabarán en la Región Exterior, un páramo desolador marcado por las huellas de las ciudades ambulantes. Este es el comienzo de una gran aventura para estos dos chicos, que tendrán que aliarse para poder sobrevivir.

El mundo estaba cambiando, eso no era nada nuevo, naturalmente. Lo primero que se le enseñaba a un aprendiz de historiador era que el mundo siempre estaba cambiando. Pero ahora cambiaba tan rápidamente que de hecho se lo podía ver cambiar.

¡Sí, necesitaba leer esto! Acción, confrontación, amor, lucha, guerra... Definitivamente esta novela tiene prácticamente de todo, y ahora entiendo por qué fue la elegida de Peter Jackson para llevar a la gran pantalla. Cualquier suceso de la obra puede terminar siendo oro en el cine (¡y eso es genial!); sin embargo, la idea y la ambientación no es lo único que se debe considerar en una buena historia.

Es indiscutible lo brillante que es la premisa. Un mundo miles de años más tarde a la actualidad en el que las ciudades van sobre ruedas devorándose unas a otras. A raíz de ahí, cualquier idea medianamente elaborada es capaz de hacer explotar lo mucho que esta Tierra nos tiene guardado. Y ese es el momento en el que entran en juego una muchacha en busca de venganza y un joven historiador que desconoce más de que cree conocer. Sus objetivos son distintos y la manera de la que ven Londres también lo es pero ¿cómo los ve Londres a ellos?

Philip Reeve tiene una imaginación prodigiosa que le sirve para compartir escenarios sumamente fabulosos. La ambientación es una maravilla. Las imágenes que absorbía mi mente mientras me desplazaba por los recónditos lugares de Máquinas mortales hacían que aumentaran mis ganas por verlos plasmados en la película. Si algo luce este libro con elegancia, eso es sin duda el arte de saber crear. El logro de transmitir mediante las páginas la existencia de un mundo tan inverosímil y creíble al mismo tiempo. El autor cumple con éxito el reto de hacer sentir al lector uno más en los hechos, midiendo con excelencia cada paso que hacía caminar la novela.

Pese a haber leído críticas no muy positivas respecto a los personajes, a mí sí me han conseguido cautivar desde el inicio. A Tom y Hester los hace brillar tramas totalmente diferentes que terminan entrelazándose formando el argumento principal. Me ha encantado cómo se va potenciando su relación a medida que fallan, aciertan y derriban obstáculos. Sin embargo, hay otras cosas que me han parecido muy ridículas, entre las que destaca el estúpido romance que se produce entre dos protagonistas y al que la historia le va dando una relevancia de la que carecía. Si estás a punto de morir, ¿cómo vas a preocuparte por una persona con la que, además de tener lejos, solo has hablado durante tres minutos de tu vida? Lo siento, pero el amor a primera vista no va conmigo.

El elemento débil de la obra ha sido la narración. Hubiera deseado un ritmo más ágil en la pluma de Reeve, porque aunque en el libro siempre estaba ocurriendo algo, la manera de escribirlo del autor lo hacía lento en repetidas ocasiones. La prolongación de frases sin ningún signo de puntuación también me ha resultado molesto de leer, echando en falta pausas de por medio. Son pequeños detalles que al acumularse me han dejado con peores sensaciones.

No sé si lo habré dicho lo suficiente, pero muero por ver la adaptación cinematográfica de Máquinas mortales. La novela flojea en factores importantes para una historia escrita, pero sobresale en la idea, la acción y la ambientación, que es lo que la puede hacer brillar en la gran pantalla. Actualmente no creo que me anime a leer el resto de entregas; no obstante, estoy seguro de que de vez en cuando querré volver a visitar el sorprendente mundo al que Philip Reeve ha dado luz.

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