Reseña: ‘Una sonata de verano’, una historia que presenta a otra


Título: Una sonata de verano.
Autora: Belén Martínez.
Editorial: Puck.
Páginas: 352.
Fecha de publicación: octubre, 2018.
Precio: 14,00 €. Comprar libro / Añadirlo en Goodreads
Sinopsis: Casio Oliver está obsesionado con Preludio de invierno, la primera obra de Óscar Salvatierra, un escritor ya retirado. Aguablanca, el pueblo donde se desarrolla la historia, lo acoge el último mes de verano entre sus pinos, fantasmas y recuerdos olvidados, mientras él trata de olvidar la pesadilla en la que se ha convertido su vida desde hace unos meses. Lo que no sabe, es que su propia historia ya comenzó hace tiempo con un chico que le ofreció un paraguas bajo la lluvia, una mansión sobre un acantilado, y un libro que esconde magia, muerte y amor entre sus páginas. En el abismo que separa la magia de la realidad, Casio tendrá que decidir por qué luchar, por qué vivir, para que su propia historia se haga realidad.
Los preludios son solo piezas introductorias. Nosotros somos mucho más. Algo más grande. Somos una sonata. Una sonata de verano.

Tenía un fuerte interés en que me gustase esta historia, pero lamento decir que no fue así —o, al menos, en su gran parte—. Jamás había leído algo de Belén Martínez ni la conocía como autora, por lo que las ganas de explorar un nuevo talento del país eran enormes para mí. Sin embargo, la obra, que a mi parecer ha estado bastante floja, no ha terminado de convencerme del todo.

Esta nos transporta al pueblecito de Aguablanca, donde por fin Casio tiene la oportunidad de conocer al escritor de su libro favorito. El muchacho ha comenzado las vacaciones de verano y los recuerdos que le atenazan desde el cierre de curso le impiden que su experiencia sea como había imaginado; no obstante, Marc Valls, un chico de misma edad, aparece en su vida y no parece que vaya a salir hasta que Casio descubra quién es y por qué ha llegado el momento de luchar. Y, tal vez, para que sepa la causa de que últimamente no deje de ver fantasmas allá donde va.

Pese a que no supera ni las cuatrocientas páginas, creo estar convencido de que Una sonata de verano es la novela que más he tardado en leer desde hace mucho tiempo. Aunque mis circunstancias tampoco fueran muy favorecedoras para que esto no ocurriese, he echado tantísimo de menos un gancho que me hiciese querer continuar con la lectura. Este libro me ha aburrido más veces de las que debería, y ese problema viene del débil argumento que rodea la obra. Hay dos tramas completamente diferentes: una, la que narra aquello relacionado con los fantasmas y el misterioso libro de Casio; la otra, la que cuenta por qué el mundo de este se ha roto en mil pedazos. Si bien la segunda me ha parecido interesante y necesaria, a la primera no le he visto ni un poco de atractivo. Como unas piezas del rompecabezas que por más que intentases unirlas, su insuficiente elaboración jamás permitieran lograrlo. Bajo mi punto de vista, la autora ha aprovechado malamente las inmensas salidas que ofrece meter una historia dentro de otra, haciendo que finalmente resulte pesado leer ambas.

Los personajes, aun cuando también se notaban flojos en algunos aspectos —tomando, por ejemplo, decisiones contradictorias bastante a menudo—, sí creo que hayan sido un gran elemento a destacar. Lucen un carisma profundo que los hace ser reales de cara al lector, además de que tratan asuntos importantes como la orientación sexual y los complejos de la sociedad. La homofobia aparece representada de forma majestuosa con el objetivo de hacer tomar conciencia sobre lo presente que sigue estando en la actualidad, y es increíble lo bien que Belén toca el tema sabiendo visibilizar a la perfección la crueldad por la que infinidad de personas tienen que pasar.

Me entristece no haber disfrutado una novela que puede ayudar a muchísima gente, pero estoy seguro de que lo habría hecho si la autora se hubiese centrado solo en lo que a la historia personal de Casio respecta. Para no tratarse tampoco de un debut, me ha faltado ver plasmado en el papel mucho más del talento de Belén, que seguro que lo tiene y así su pluma lo demuestra; sin embargo, no dudo que tanto ella como yo nos volveremos a encontrar en futuras historias, pues su recorrido en el mundo de la literatura no ha hecho más que empezar.


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